Discoteca Attica, una leyenda de la noche en Madrid
La discoteca Attica funcionó a las afueras de Madrid entre 1987 y 1995. Es sin duda uno de los locales mas legendarios que ha dejado la noche en la capital.
Un complejo ubicado en el km 15,5 de la entonces N-II (hoy A-2), más parecido a las discotecas de la Ruta del Bacalao en Valencia. Attica: leyenda de madrid.
El edificio de 1500 m2 con dos plantas, terraza, piscina y parking, que contaba con una ubicación excelente para el acceso en coche, y se convirtió en cita obligada para muchos amantes del baile en la capital. En un sólo día podían llegar a vender más de 3500 entradas, movidos por un equipo de más de 20 RR.PP.
La evolución musical del local fue notable, si bien entre 1987 y 1991 primaban los sonidos más disco y funkies. A partir de ese último año las melodías se oscurecieron y los ritmos cambiaron: la Electrónica y el EBM tomaron el poder.
Discoteca Attica: leyenda de Madrid
La Discoteca Attica era un lugar en el que casi exclusivamente pinchaban sus Djs Residentes y amigos sin grandes figuras internacionales o nacionales incluidas en sus Line Ups. De hecho grandes nombres de la industria nacional han salido de esa cabina. Entre su larga lista de residentes se encuentran nombres tan conocidos como: Dj Pepo, David El Niño, Kike Radical, Peke, Tono, Paco Guantes, Valen, Abel Ramos, Michel Lapp o Napo entre otros. Hoy casi todos ellos muy conocidos por el público general ávido de sonidos más comerciales y reyes del llamado “Sonido Remember”, pero que en su momento Attica, antes de ocupar de las cabinas de otros grandes clubes, probablemente pasaron por su fase más underground y transgresora.
Otro de los aspectos que contribuyó al éxito del club fue la calidad de su sonido, gracias a la propia construcción del local que convertía a sus pistas en una caja de resonancia que hacía que sus 8000 watt reales de sonido alcanzaran los 120 decibelios sin distorsionar lo más mínimo.
El ambiente y publico de Attica
El público gozaba báilando sobre sus cajas como si no hubiera mañana. Muy heterogéneo, sin prevalencia de estéticas o sexualidad, sin zonas vip ni reservados. Todo el mundo mezclado, donde personajes muy importantes de la época como el ya fallecido Tino Casal se mezclaban con estudiantes con ganas de fiesta.
Los promotores de todo el tinglado fueron dos personajes que a la postre han resultado clave para la escena discotequera nacional y cuyo germen se encuentra precisamente en este club: José Cereceda que tras Attica fundó Zentral y Alex Conde el alma detrás de Radical.
El club abría todos los fines de semana con sesiones de tarde y de noche. A partir del año 1991 también como After al que el público solía acudir al cierre de otras salas como Consulado, New World o Palladium. A veces con fiestas épicas que podían empezar un domingo a las 6 de la mañana y terminar a las 12 de la noche. Lo normal era que cerraran al mediodía.
Sin duda otra época de la noche madrileña, con autoridades más relajadas con respecto a los horarios. Una ventaja de Attica era su relativa lejanía con vecinos de la zona, salvo un restaurante anexo en el que se celebraban bodas y comuniones con cuya clientela en algún momento si interfirieron.
Todo esto y un cierre forzado por las autoridades en 1995 por asuntos de licencia han hecho de Attica una leyenda que aún hoy, más de 30 años después, sigue llenando salas con sus fiestas especiales de homenaje a Attica en lugares como La Riviera.
Attica: leyenda de madrid es parte de una serie de artículos sobre la historia de la escena electrónica de madrid
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